La productividad en Europa lleva años estancada, afectando gravemente el crecimiento económico del continente. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la solución pasa por acelerar la adopción de la inteligencia artificial (IA) y la robótica en las empresas.
Sin embargo, las barreras culturales, regulatorias y económicas han ralentizado este proceso. Mientras tanto, países como Estados Unidos lideran la carrera tecnológica, poniendo a Europa en una posición de riesgo si no actúa con rapidez.
El estancamiento de la productividad en Europa
Un informe reciente de la OCDE destaca que países como España, Italia y Alemania han visto una baja constante en sus tasas de productividad. En 2023, la productividad de la Unión Europea cayó un 1%, mientras que en Estados Unidos creció un 0.5%.
Este contraste refleja que Estados Unidos avanza con tasas de adopción de IA del 40% proyectadas para la próxima década, mientras que Europa enfrenta reticencias tanto por parte de las empresas como de los empleados.
Actualmente, solo entre el 5% y el 15% de las empresas en Europa han integrado herramientas de IA en sus procesos productivos.
Estrategias de países con mayor avance
A pesar de los desafíos, algunos países europeos han desarrollado estrategias efectivas para fomentar la adopción de la IA:
- Finlandia: Este país nórdico ha lanzado un programa gratuito llamado Elements of AI, diseñado para enseñar los conceptos básicos de inteligencia artificial a ciudadanos y empresas. Más de 1 millón de personas han participado en este curso, promoviendo una cultura tecnológica inclusiva.
- Alemania: El gobierno alemán ha invertido más de 3,000 millones de euros en investigación y desarrollo de IA como parte de su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Esta incluye incentivos fiscales para empresas que adopten tecnologías emergentes y fomenten la capacitación de empleados en habilidades digitales.
- Francia: Con su iniciativa AI for Humanity, Francia se centra en un enfoque ético de la IA, combinando inversiones públicas con la promoción de startups tecnológicas. Además, han establecido alianzas con gigantes tecnológicos como Google para acelerar la transferencia de conocimientos.
Estas estrategias no solo han permitido a estos países avanzar en la adopción de IA, sino que también podrían servir como modelos para el resto de Europa.
¿Por qué Europa debe actuar rápidamente?
Los expertos coinciden en que retrasar la adopción de IA en Europa podría significar quedarse rezagados frente a economías más dinámicas. Las empresas europeas no solo necesitan superar las barreras técnicas, sino también abordar el miedo al cambio entre sus empleados.
De acuerdo con la OCDE, los sectores como el desarrollo de software, la consultoría de negocios y los servicios financieros podrían incrementar su productividad en más del 40% con la IA. Sin embargo, otros como la construcción o la agricultura necesitan innovaciones adicionales, como una mayor integración de la robótica, para cerrar la brecha tecnológica.
La pregunta es: ¿están las empresas europeas preparadas para este salto? O, como advierten algunos analistas, ¿seguirán viendo pasar la oportunidad mientras otras economías toman la delantera?