“Por otro lado, lo que está pasando ahora frente a los estándares ISOSs y los ODS2030, por ejemplo, es relevante mencionar. Dentro de poco tendremos un solo gran estándar global que aglutinará todo. Ya existen conversaciones institucionalizadas alrededor de esta integración. Ello hará mucho más transparente y ejemplar los procesos de transición y desarrollo local, por ejemplo. Veremos cambios importantes aquí también”

 

Entrevista a Miguel Castañeda

Director del Centro de Investigación Sustainability Worldwide Center 2050

 

Estimado Miguel, ¿qúe investigaciones vienen desarrollando desde Sustainability Worldwide Center 2050?

Desde nuestra creación, con operaciones desde Barcelona y Lima, venimos trabajando distintas temáticas, todas ellas abordadas desde el enfoque de la sostenibilidad y todas sus aristas. Como nuestro mismo Centro de Investigación se denomina, nos abocamos a analizar las incitativas, regulaciones, tendencias e innovaciones que se vienen dando en el planeta alrededor de la sostenibilidad global. Y lo hacemos con “luces largas”, pero sin perder la perspectiva del corto y mediano plazo.

Ya hemos trabajado algunas publicaciones sobre sostenibilidad corporativa, economía circular, materias primas críticas, transformación digital, ciudades sostenibles, gestión de la salud pública post pandemia o análisis sobre las directivas CSDDD y CSRD, entre otros trabajos de investigación. Próximamente estaremos publicando otros trabajos sobre casos específicos como el de Starbucks, Zara o el futuro de una ciudad Sileisa que depende del carbón.

También tenemos trabajos a profundidad que vamos a desarrollar este año como la gestión de nuevas infraestructuras y cambio de comportamiento para el transporte eléctrico sostenible en Barcelona. También trabajaremos una investigación de nuevos instrumentos tecnológicos de aceleración para la implementación del hidrógeno verde como vector energético en España. Otro equipo viene trabajando el tema de los residuos industriales como recursos para productos del hogar.

Finalmente hay una investigación que estamos haciendo en Perú sobre la sostenibilidad de los contextos locales aledaños a las operaciones mineras, tendiendo tres casos puntuales de tres corporaciones mineras globales con sede en la sierra peruana.

 

¿Qué cambios importantes has visto estos últimos 5 años, en materia de sostenibilidad?

Hay importantes avances. Uno de los ejes estratégicos importantes para el proceso de transición está en el tema del transporte urbano y la movilidad eléctrica. También lo es el tema de los residuos. Tanto el transporte urbano público como el transporte privado han experimentado una evolución valiosa. Aunque aquí sí tenemos una tarea pendiente desde España. Y bueno, ni qué decirlo desde América Latina, África o el Sudeste Asiático.

Europa está avanzando muy bien, algunos estados de los Estados Unidos de Norteamérica también han avanzado. Pero España sigue estando a la cola. Varios asuntos interdependientes como el tema de la infraestructura, nos viene retrasando. Aquí hay temas como las infraestructuras, los comportamientos y las ayudas. ¿Cómo se está planteando el esquema para poder hacer un despliegue de infraestructura mayor en cargadores eléctricos? ¿Cómo motivar más a la ciudadanía a que empiece a adquirir coches eléctricos? ¿De qué manera debemos incentivar más a que se movilicen localmente en bicicletas o caminando en tramos cortos de las ciudades, para evitar tanto vehículo junto?

A pesar de que existen subvenciones apoyando esta compra de vehículos eléctricos, los ciudadanos siguen sin atreverse a comprar y ayudar más en la transición, Es cierto que el tema de las infraestructuras de recarga son un gran problema, pero aun con esta incipiente infraestructura debería haber más vehículos eléctricos en las calles. Por otro lado, ¿de qué manera el plan del transporte urbano sostenible debe desarrollarse con mayor despliegue eléctrico? ¿Es el hidrógeno verde una forma de poder desarrollar más los buses y camiones, por ejemplo? ¿Los trenes son la mejor opción? ¿Cómo regular el asunto de los combustibles para los aeropuertos y para el transporte aéreo? ¿Qué hacer con el transporte marítimo?

Hay un asunto muy serio en el tema del transporte y hay también un esquema de cambio de comportamiento necesario. El cambio de mentalidad en el uso es vital. Tenemos un marco mental que todavía no permite que la población impulse la aceleración. Hay políticas arriba que son débiles, hay iniciativas corporativas que todavía no tienen dinamismo. Pero también la sociedad no está empujando como debería a este proceso de transición. Hay mucho temor, no hay un despliegue mayor a cambiar al vehículo eléctrico y ciertamente esto atrasa el proceso y hace que la transición ecológica en lo referido con este eje del transporte no sea más acelerada como quisiéramos muchos. Sin embargo, mirando en el retrovisor, 5 años atrás, este proceso ha cambiado positivamente.

 

¿Y cómo está el tema de los residuos?

La gestión de los residuos. Aquí se ha avanzado mucho, Europa ha avanzado algo muy interesante, lo está haciendo también América Latina. Lo hace Norteamérica, ni qué decir, Japón y China, quienes también han hecho un proceso muy interesante porque al final nos hemos dado cuenta de que los residuos son los nuevos recursos del futuro.

Hay mucho dinero en algunos residuos que ahora nos hemos dado cuenta de que sirven como recursos para otros procesos u otras economías que se dinamicen a partir de estos residuos. Así que la economía circular yo creo que va a tener un futuro mucho más prometedor y mucho más acelerado. Desde el 2015, cuando se creó la nueva directiva, la primera directiva de economía circular europea, donde todas las naciones de la Unión se comprometieron a iniciar este proceso, hasta esta última directiva del 2020 que debe analizar sus resultados este año 2025, “ha corrido mucha agua bajo el puente” y creo que los nuevos reglamentos y una eventual nueva directiva de economía circular, la cual debería salir en los próximos meses, va a generar un impacto mucho mayor y una vinculación económica mucho más fuerte.

Porque las empresas y los gobiernos se han dado cuenta de que esto es negocio, que no es un tema simplemente por concepto ambiental, sino también por un concepto económico. Así que los residuos van a seguir siendo una gran oportunidad para la transición ecológica, pero ciertamente aquí habrá quienes sepan aprovecharlo mejor. Habrá mayores ganadores en aquellos que tengan más información y más capital para poder desarrollar estas investigaciones y en estos procesos económicos. Todavía necesitaremos subvenciones y ayudas europeas y algunas regiones como África, Asia Central, Sudeste Asiático o América Latina van a estar rezagados porque no tienen ese tipo de ayudas que tiene Europa y Norteamérica y ciertamente China.

 

¿Qué sabemos de las materias primas críticas?

El asunto de los minerales estratégicos y las materias primas críticas como litio, el cobalto, las tierras raras, el cobre, zinc, hierro, que tienen que ver con la transición ecológica y con el despliegue de las energías renovables, son un asunto aparte. Ya hemos escuchado las últimas reclamaciones de Trump y las políticas de los Estados Unidos vinculadas al tema de las actividades extractivas del petróleo y gas reactivándose. Lo mismo va a pasar con los minerales, pero en este caso los minerales sí son necesarios para la transición. Pero hay un juego perverso que tiene que ver con las comunidades pobres alrededor de los yacimientos mineros tanto en África, Asia o América Latina. No sucede lo mismo en Europa, que hace tiempo se ha dejado de hacer esto y que tiene una regulación mucho más estricta. Pero sí sucede todavía en América Latina, África, y ciertamente en partes de Asia, incluso también en la zona de Pakistán y Afganistán.

Entonces este proceso es necesario para la transición, sin embargo, la perforación y extracción y comercialización de estos minerales no tiene el impacto social y ambiental positivos que muchos quisiéramos. Están siendo postergados porque los gobiernos permiten que las empresas puedan hacer lo que quieran y no intermediar, no compensar o posiblemente no vincularse con los procesos de desarrollo local. Esto es lo serio. Si tú vas y visitas comunidades campesinas en Perú, Colombia o Ecuador, por ejemplo y la comparas con su situación 25 años atrás, te darás cuenta de que están igual o peor que antes. Y esto es paradójico, debido a que desde allí se extraen lo minerales y allí no retornan los beneficios. Estas familias sufren esta postergación y aquí se generan crisis sociales que muchas veces terminan en personas muertas.

Hay un tema más complejo todavía: la regulación y la capacidad de lobby de las compañías mineras o petroleras les permite hacer lo que quieran. Muchas veces regulan desde fuera. Aquí va a tener mucho que ver el nuevo esquema que se debe plantear alrededor de ello. El enfoque conceptual que se tiene que hacer a partir del 2030, basados en las nuevas regulaciones globales debe cambiar sustancialmente.

Porque solo así se va a obligar a los estados a que obliguen a sus empresas a tener procesos de desarrollo local vinculados a las necesidades reales de las poblaciones aledañas a las operaciones extractivas. No basta con pagar impuestos y que de allí salgan el canon o las regalías mineras, por ejemplo. Se requiere que la empresa se involucre en los procesos de desarrollo local. Esta es una verdadera revolución corporativa que se está reflexionando desde Europa para incentivarla.

Este es un cambio conceptual que va a venir, así como ha llegado el tema de responsabilidad social de una manera acelerada y ahora con los reportes de sostenibilidad que obligan a este sector corporativo a tener nuevos comportamientos hacia su entorno local inmediato. No se puede seguir haciendo alguna acción desarticulada con un proceso mayor de desarrollo local. Tiene que haber un impacto real. De esa manera el proceso de licencia social para operar es mucho más estable y sencillo de obtener. De otra manera van a ser sancionadas y algunas empresas, sino cumplen, serán cerradas.

 

Ahora que has mencionado a Trump, ¿cómo ves el impacto que tendrá esta segunda administración Trump?

Lo que va a dejar la administración Trump, nadie puede prever. Lo que sí es cierto es que habrá un antes y un después. Trump no va a ser una anécdota en los próximos 4 años. Los cambios que provocará serán importantes, por decirlo menos. La profundidad de estos cambios no lo podemos dimensionar, aún.

Por consiguiente, va a impactar en la “velocidad de crucero” que estaba teniendo el proceso de transición ecológica, aunque no lo va a detener. Todo lo avanzado va a ser irreversible y de todas maneras, a la vuelta de la esquina, cuando la gente empiece a descubrir las locuras que está haciendo el gobierno de los republicanos, van a darse cuenta de que tienen que retomar los asuntos de transición ecológica como un componente estratégico para el crecimiento sostenible.

 

Pero ha mencionado que va a seguir perforando pozos de gas y petróleo con mayor intensidad

Si es cierto que hay muchas reservas de petróleo y gas de esquisto en las profundidades de los terrenos de los distintos territorios de los Estados Unidos de América y que ciertamente le interesa al sector petrolero norteamericano poder extraer la mayor cantidad de petróleo y gas de esquisto. Más aun sabiendo que el mundo va en otra dirección.

Esto va a tener un impacto serio en las emisiones, pero en algún momento del proceso esto va a tornarse ingobernable, Mientras tanto, no puedo negar que el peor de los escenarios es que los 4 años que dure este gobierno, esta dinámica agresiva de perforación y producción de hidrocarburos va a ser muy intensa. Eso es lo peor. Pero hay un escenario intermedio donde el mundo exhorta a Trump, a bajar la intensidad y empiece a revisar la decisión que ha tenido de “drill, baby, drill”. Esperemos un milagro

Pero bueno, es cierto que la velocidad de la transición ecológica va a ser menor, aunque el proceso es irreversible; así que volveremos a tomar el asunto de la transición ecológica como un componente estratégico en el cambio de modelo económico del mundo.

 

¿Y cómo ves el tema de los ODS? Ya quedan solo 5 años para su culminación

En cuanto a los ODS, es cierto que solo quedan 5 años. En 5 años esto se acaba. El análisis transitorio del impacto de estos ODS, en cuanto a sus indicadores y sus metas, es lamentable y es cierto que no vamos a llegar ni siquiera a la mitad de lo que se había planteado de esta ambiciosa iniciativa en Naciones Unidas.

Como sabemos y lo recordarán los lectores, los ODS son hijos de un proceso anterior que tampoco fue satisfactorio. Los Objetivos del Milenio que fueron 8 y se dieron en el periodo 2000 al 2015, fueron también un desastre en resultados concretos. Es por ello, que Naciones Unidas planteó: “bueno, esta vez que sean 17 Objetivos.” La pregunta es: ¿qué viene después? ¿30 objetivos? ¿50 objetivos? ¿Qué se va a hacer en el 2030?

Yo creo que se tiene que replantear conceptualmente el esquema estratégico de las políticas globales frente a los diversos procesos de desarrollo y bienestar del planeta y sus habitantes. Uno de estos aspectos es la transición ecológica que engloba la biodiversidad, los asuntos del clima y la transición energética. Otro tema recurrente es la lucha contra la pobreza y el hambre. Otro asunto fundamental será el tema del agua. Así que debemos pensar en lo que tenemos que hacer para tener carbono cero y hambre cero antes del 2050, al mismo tiempo que gestionamos mejor nuestros recursos hídricos. Y todo ello se debe hacer más allá de lo que puede pasar en los Estados Unidos en estos 4 años; o en la continua rebeldía de China al sistema global; o el bloqueo que desarrolla Rusia y la India en este proceso.

Pero yo creo que estos años que quedan hasta el 2030 se tiene que empezar a plantear esquemas distintos a los objetivos de desarrollo diseñados estos últimos 25 años. Otra mirada, muy distinta a los ODM y ODS. Conceptualmente, desde la raíz, se debe replantear el enfoque. Debemos aglutinar las iniciativas de estándares globales con una perspectiva legalmente vinculante a las naciones. Debemos rediseñar los lineamientos de indicadores y metas de estos nuevos objetivos; replantear los esquemas y las estrategias de ayuda a los países en vías de desarrollo; motivar una búsqueda continua en la investigación y desarrollo de innovaciones con códigos abiertos; transparentar todo lo que sea posible; fomentar una nueva casta corporativa, etc.

Debemos hacer más vinculante las medidas, sancionar, obligar al gran sector corporativo, especialmente extractivo del petróleo y gas o del carbón, a que ya cese su proceso exploratorio y profundización bajo penas de multas o bajo penas de sanciones de los países que lo hacen. Ponerle, de una vez por todas, un precio base alto al carbono que sirva como incentivo sancionador. Repensar incluso el esquema del Acuerdo de París, la metodología de las COPs. Este es un quinquenio de reflexión profunda y transformación estructural

Creo que hay un punto de inflexión en el 2030 y el 2030 está “a la vuelta de la esquina”. Por ello se tiene que replantear conceptualmente todo el modelo y en eso tenemos que enfocarnos estos años. Creo que este 2025 es un año importante en la reflexión alrededor de lo que debemos hacer desde el multilateralismo, los liderazgos bienintencionados y las naciones fuertes.

 

¿Qué se viene en materia de regulaciones?

Todo indica que el parecer hay una iniciativa europea a flexibilizar los Reportes de Sostenibilidad en el marco de CSRD. Sin embargo, avizoro que esta medida es para aligerar el proceso de implementación. Es una directiva europea que está siendo muy traumática para el sector corporativo. Aunque ya hay muchas empresas que lo han implementado muy bien y han reportado su doble materialidad con la nueva regulación. Pero el problema estaba en las PYMES, quienes no tienen una estructura importante para atender esta demanda regulatoria. Sin embargo, tanto la Taxonomía Europea como la CSRD, SFRD y CSDDD están cambiándolo todo. Es lento, pero tendrá sus resultados.

Hay otro asunto que verá la luz antes de fines de este año. Es el tema de las sanciones por desperdicio alimentario, de manera generalizada, tanto a nivel comercial como doméstico. Se sabe que la prevención del desperdicio alimentario contribuye a mejorar la eficiencia del sistema alimentario, favorece la bioeconomía circular y el aprovechamiento integral de los recursos y subproductos. La Ley está lista

Por otro lado, lo que está pasando ahora frente a las ISOSs y los ODS2030, por ejemplo, es relevante mencionar. Dentro de poco tendremos un solo gran estándar global que aglutinará todo. Ya existen conversaciones institucionalizadas alrededor de esta integración. Ello hará mucho más transparente y ejemplar los procesos de transición y desarrollo local, por ejemplo. Veremos cambios importantes aquí también

Un tema que no quiero dejar de tocar es la regulación que está diseñando para los taxis aéreos. Has escuchado bien. Taxis aéreos. Así como van los equipos técnicos trabajando en la Comisión Europea, sobre las licencias para coches autónomos y taxis aéreos, antes del 2030 tendremos drones volando por algunas avenidas para transportar personas de un punto crítico a otro como parte del nuevo paisaje. Aquí cerca, en Lleida, puedes encontrar una empresa china que ya viene haciendo vuelos de prueba. En menos de 5 años tendremos coches voladores con licencia de taxis aéreos en cielos europeos. No somos los únicos, Estados Unidos, China, Japón y Arabia Saudita ya tienen lo suyo

Finalmente, en cuanto al asunto de la regulación de la inteligencia artificial, no hay vuelta atrás en Europa, a pesar de que ello la haga perder competitividad en este espacio, frente a China, India y EEUU que lideran el proceso. Europa seguirá consolidando el despliegue de la ley que acaba de implementar.

 

El último aspecto de la digitalización nos ha dejado en una incertidumbre, ¿cómo se ve este aspecto, desde la inteligencia artificial hasta la robótica?

La digitalización y la transformación digital de las organizaciones son dos temas interdependientes y omnipresentes. Mira lo que ha pasado con NVIDIA y DeepSeek. No hemos visto nada aún. Lo que se viene es una revolución total en cuanto al vértigo de este proceso.

Sin embargo, aquí hay una lección aprendida de los últimos años para algunos sectores. Todavía hay organizaciones que no han integrado este proceso de transformación digital en sus procedimientos y en su cultura corporativa. A pesar de que se ha demostrado que muchos de los procesos que tienen que ver con la digitalización, agregan valor y ayudan en las iniciativas de la transición ecológica, incorporando aspectos de sostenibilidad en la organización, casi la totalidad de PYMEs no lo tienen claro aún.

Hay una ventaja en quienes lo están aprovechando, rediseñando procesos, y facilitando el trabajo de las personas. Pero así es, hay un gran asunto clave que debemos abordar ya, me refiero al tema de las habilidades nuevas que van a requerir los trabajadores para poder apoyarse en esta transformación digital para la transición ecológica. De esa manera se evitaría la perdida masiva de puestos de trabajo.

Va a ser inevitable una pérdida de puestos de trabajo, pero es necesario una reconversión de las habilidades y las competencias de estas personas para que puedan empezar a trabajar con nuevas habilidades en este proceso de transición de transformación digital. Entonces, la digitalización yo lo veo más bien como algo importante, un aliado importante para el proceso de transición ecológica. Y dentro de esta digitalización hablo de la inteligencia artificial.

Está probado, con distintos instrumentos, aplicaciones y con diversas estrategias que se han desarrollado, tanto en el sector público como en el sector privado, de que hay una correlación efectiva entre digitalización y transición ecológica. Ha ayudado la digitalización a la transición sin duda y lo va a hacer mucho más ahora con la inteligencia artificial desarrollada. Por eso es que este despliegue de inteligencia artificial, que ya viene de hace unos 10 años atrás trabajando de una manera bastante importante, nos va a dar muchas más sorpresas los próximos años. Antes del 2030, no sé qué tanto nivel de despliegue habrá, pero estoy seguro de que será otro planeta. En 5 años vamos a tener otro planeta totalmente distinto al que tenemos ahora.

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