Los motores de hidrógeno están tomando un gran impulso en la carrera por la opción más conveniente para la movilidad con cero emisiones de carbono. Si bien el coche eléctrico apareció como la alternativa preferencial, la investigación y experimentación con hidrógeno parece inclinar la balanza a favor de este sistema.

¿Qué ofrecen el motor eléctrico y el motor de hidrógeno comparativamente?

Entre las ventajas de los motores de hidrógeno sobre los eléctricos, los defensores destacan que no se requieren tiempos prolongados de recarga. La autonomía es un factor relevante en estas épocas caracterizadas por la necesidad de aprovechar cada minuto de la vida.

Mientras que los coches eléctricos tienen que estar conectados al cargador durante, por lo menos, 20 minutos, los que funcionan con hidrógeno cargan su combustible como si se tratara de gasolina.

Por otro lado, la otra cara de la moneda muestra que el mundo viene apostando por los vehículos eléctricos. Se han realizado enormes inversiones que hay que rescatar y esto hace que una parte del medio industrial automotriz siga defendiendo el motor eléctrico.

Se agrega a estos factores el hecho de que el hidrógeno es costoso. La fabricación del combustible de por sí exige mucho dinero. En el caso del hidrógeno fabricado a partir de materias orgánicas, las opiniones manifiestan que estos insumos no alcanzarían para abastecer una alta demanda.

Los defensores del hidrógeno trabajan sin descanso para abaratar los costes de distribución que compensen, en parte, los de fabricación.  Es necesario equilibrar los costes para que el precio de venta mueva a los automovilistas a decidirse por esta opción. Alemania, por ejemplo, lo ha logrado. Recargar hidrógeno tiene el mismo coste que repostar con gasolina.

Atendiendo a las ventajas de los motores de combustión con respecto a los eléctricos, los investigadores y fabricantes logran perfeccionar la combustión interna de hidrógeno.  En el mundo existen varias iniciativas avanzadas que están dejando en evidencia que este será el motor que desplace al tradicional que funciona con derivados del petróleo.

BMW y AVL Racetech lideran la preferencia por el  hidrógeno

AVL Racetech, la empresa austríaca, apuesta al hidrógeno y ya cuenta con soluciones para los motores amigables con el ambiente. Inspirado en BMW, que originariamente trabajó con esta idea, AVL presenta un motor turbo de cuatro cilindros y 2.0 litros.

Como especificaciones destacadas se mencionan los 410 CV y 500 Newton-metros de par entre 3000 y 4000 revoluciones por minutos.  Una de las características destacadas de este motor es su potencia. Estas condiciones le otorgan una potencia de 205 CV por litro, lo que es todo un récord.

El sistema está pensado para competir en carreras de coches al más alto nivel. Este motor está provisto de un sistema de inyección de agua, novedad que ha sido la solución para el problema de la potencia que venían mostrando este tipo de motores.

El motor consume hidrógeno e inyecta agua adicional. De esta manera impide un calentamiento prematuro y consigue una combustión eficiente y equilibrada.

¿En qué situación está el hidrógeno como combustible en el mercado?

En la actualidad, el hidrógeno es encuentra en estado gaseoso y se utiliza con sistema de pilas de combustibles en motores eléctricos. A partir de este combustible, los motores generan electricidad por electrólisis que pasa por una batería.

El vehículo funciona como un coche eléctrico, con las ventajas que le proporciona el hidrógeno en cuanto a tiempos de recarga.  No produce emisiones de carbono, sino que por el tubo de escape solo sale vapor de agua.

Es de esperar que BMW, entusiasta defensor de la combustión de hidrógeno, esté diciendo adiós a los coches eléctricos para volcarse definitivamente por este combustible que mucho ha investigado. Está en camino de lograr el motor perfecto, y, seguramente, las mejoras ideadas por AVL Racetech serán un impulso a esta evolución.

Fuente: lagradaonline.com

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