El Parlamento Europeo ha necesitado un año para proponer, votar y finalmente aprobar y ratificar la prohibición de la venta de coches de combustión a partir del año 2035, a la que acompaña una significativa reducción de emisiones para el año 2030. Para la mayoría de los fabricantes, el camino alternativo se centra en el desarrollo de coches eléctricos alimentados por baterías o en los de pila de combustible de hidrógeno.
Pero Bruselas mantiene la neutralidad tecnológica y habla del empleo de “tecnologías cero emisiones”, sin especificar la obligatoriedad de que este objetivo se logre mediante la electrificación. Ahí se encuentra la grieta para los combustible sintéticos, para los que finalmente la UE abrió la mano ante la presión de algunos estados miembros. En este escenario, Repsol ha presentado un combustible casi perfecto y que, además, ya se puede comprar en tres gasolineras de Madrid.
Es una gasolina, pero está fabricada con la tecnología de los biocombustibles avanzados
Los combustibles sintéticos, que aún no se producen a gran escala, se crean a partir de hidrógeno verde. Las emisiones de CO2 generadas durante su combustión se capturan en una cantidad equivalente de la atmósfera. De este modo, se considera que son neutros en emisiones, al menos en términos de CO2, aunque si puede emitir óxidos de nitrógeno (NOx) por el escape, lo que supone un inconveniente en zonas urbanas. No están actualmente disponibles en el mercado por lo que su precio sigue siendo desconocido.
Un paso previo son los biocombustibles avanzados que se fabrican a partir de residuos de origen orgánico, como aceites vegetales, restos de poda o cáscaras de frutos secos y, por lo tanto, no dependen del petróleo y que además no se destinan a la alimentación. Esta última parte es muy importante, ya que en el pasado se comercializaron combustibles con el prefijo ‘bio’ que se producían a partir de materiales como el maíz o la caña de azúcar, recursos que se desviaban del consumo humano.
Desde esta semana, Repsol, que cuenta con una experiencia de dos décadas en la fabricación y comercialización de biocombustibles, acaba de lanzar al mercado una gasolina completamente renovable.
¿Por qué es tan importante esta gasolina renovable?
Ha sido elaborada a partir de productos cuyas materias primas son renovables: residuos procedentes de la biomasa, la industria agroalimentaria y aceites de cocina usados. Las emisiones de CO2 que se liberan durante su combustión se capturan, por lo que el balance es neutro. Únicamente quedan las emisiones de NOx propias de un motor de gasolina, que son inferiores a las de los motores diésel.
Al no utilizar petróleo y presentar emisiones de CO2 neutras, Repsol la ha denominado provisionalmente como “100% renovable”. Su principal ventaja es que puede ser utilizada en todos los vehículos equipados con motores de este tipo sin realizar modificaciones ni en ellos ni en las estaciones de servicio.
Por el momento, está disponible únicamente en tres estaciones de servicio de Repsol ubicadas en Madrid (Hipódromo, Arturo Soria y Herrera Oria), como parte de un proyecto piloto. Según la información de El Español, tiene un precio de 1,815 €/l, unos 15 céntimos más que la gasolina 95 y al mismo precio que la gasolina 98.
Esta nueva opción se une al diésel renovable que Repsol ya comercializa en más de 60 estaciones de servicio en la Península Ibérica, distribuidas en 46 en España y 15 en Portugal. Estas estaciones de servicio han experimentado un notable crecimiento en menos de un año, ya que Repsol inició la oferta de este servicio en mayo de 2023 en tres estaciones iniciales ubicadas en Madrid, Barcelona y Lisboa.
Fuente: hibridosyelectricos – Gonzalo García