Escrito por Cassidy Luong
La avalancha de información falsa
Hoy en día, la desinformación se difunde rápidamente, sobre todo en redes sociales como YouTube, Facebook e Instagram. Estas plataformas han intentado combatirla. Por ejemplo, YouTube eliminó más de 500.000 canales, y Facebook e Instagram borraron alrededor de 27 millones de afirmaciones falsas sob re la COVID-19 durante lo peor de la pandemia (The Economist, 2025). Aun así, hay tanta desinformación que los verificadores no pueden controlarla toda.
Enfocarse en las mentiras más peligrosas
Como es imposible verificar todas las afirmaciones falsas, los verificadores están cambiando de estrategia. Ahora intentan predecir cuáles mentiras pueden causar más daño —como difundir consejos falsos de salud o poner en duda los resultados electorales (The Economist, 2025). A esto se le llama “previsión de desinformación”. Analizan hasta dónde puede llegar un contenido, quién lo difunde y qué tan fácil es que el público lo crea. Así pueden priorizar qué verificar primero.
Usar datos para anticipar la desinformación
Para ayudarles a hacer estas predicciones, muchos verificadores utilizan herramientas de análisis de datos. Estas tecnologías rastrean lo que la gente publica y comparte, y detectan patrones. Si algo parece que se va a volver viral y perjudicial, los verificadores pueden intervenir a tiempo para frenarlo (The Economist, 2025). Así, no solo reaccionan, sino que se adelantan a los bulos.
Actuar antes de que sea tarde
Luchar contra la desinformación es complicado, y todavía queda mucho por hacer. Pero al pasar de un enfoque reactivo a uno preventivo —identificando y abordando las mentiras más peligrosas antes de que se expandan— los verificadores esperan proteger al público y garantizar que la información en internet sea más veraz y fiable (The Economist, 2025).
Fuente:
The Economist. (2025, 15 de mayo). Fact-checkers forecast which dodgy claims will do most damage.