Los dos proyectos para abastecer de agua 5.000 hectáreas de terreno agrícola deberán contar con la autorización del Gobierno
El consejero catalán de Acción Climática, David Mascort, garantizó el pasado mes de septiembre “todo el apoyo” de la Generalitat, frente a los efectos de la sequía, a los viticultores del Priorat, la comarca tarraconense productora del vino con esa prestigiosa denominación de origen.
Esta mañana, el conseller ha presentado dos proyectos para canalizar agua desde el río Ebro y garantizar el riego de unas 5.000 hectáreas de cultivo de la zona, especialmente viña y olivos. La construcción necesita ser previamente aprobada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con sede en Zaragoza, que gestiona toda la cuenca fluvial del río que nace en Cantabria y desemboca en el sur de Cataluña. “Estos proyectos tienen que entrar en la próxima planificación de la CHE y parece que lo ven con buenos ojos”, ha manifestado Mascort durante el anuncio.
Las obras, que ya cuentan con sus respectivos estudios de viabilidad, están presupuestadas en unos 60 millones de euros y entrarían en funcionamiento dentro de tres años. El primer proyecto debería estar acabado en 2026 y abastecerá de agua a la comunidad de regantes del río Montsant, que da nombre a otra conocida denominación de origen de vino producido en Tarragona.
COMPLEJIDAD
El segundo, más complejo y que finalizaría en 2027, genera más controversia porque trasladaría agua del Ebro al embalse de Siurana, que abastece al de Riudecanyes, no perteneciente a la cuenca hidrográfica del Ebro, sino a las denominadas cuencas internas, las que controla la Agencia Catalana del Agua (ACA) de la Generalitat.
El trasvase entre ambos pantanos (el de Riudecanyes está en la comarca vecina del Baix Camp) se remonta a hace casi un siglo, aunque, a causa de la actual situación excepcional de sequía, la ACA no lo autorizó el año pasado y se ha comprometido a buscar alternativas para no tener que recurrir a ello nuevamente.
La operación beneficiaría al municipio de Falset, capital del Priorat, y a diversas poblaciones de una comarca que sustenta su economía en la producción de vino y aceite. Algunos agricultores, a causa de la sequía, no han podido iniciar aún la temporada de riego.
Fuente: El Mundo