¿Te casarías con la Inteligencia Artificial?
¿La Inteligencia Artificial salvará nuestra soledad?
La soledad mata. Existe casi un centenar de estudios que relacionan directamente la conexión entre ‘sentirse solo’ y el aislamiento social con el índice de mortalidad. En una revisión global se ha demostrado que, de media, la sensación de soledad, en hombres y mujeres, eleva el riesgo de fallecimiento por cualquier tipo de causa en un 14%. El dato empeora cuando se mide el impacto de ese aislamiento social con el número concreto y la calidad de las relaciones sociales: el riesgo de mortalidad se agrava en un 32%, sin distinción de género.
Respecto a los factores que podrían explicar los nefastos efectos de la soledad en nuestra salud, se apunta a que ese sentimiento o esa realidad conlleva cuidarse menos y abandonar un estilo de vida saludable. También hay una serie de efectos fisiológicos que pueden afectar al metabolismo, al sistema inmune o la circulación. Así, se ha demostrado que la soledad eleva la liberación de cortisol (la hormona responsable del estrés) que provoca una degradación en cascada de todo el organismo, se relaciona incluso con ciertos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzhéimer o el Párkinson. En cuanto a la salud mental, la soledad puede originar trastornos de la alimentación y del sueño, ansiedad, adicciones, depresión y, en los casos más graves, tendencias suicidas.
Decía Gustavo Adolfo Bécquer que la soledad es muy hermosa siempre que tengamos alguien a quién decírselo. Imagina tener en tu vida a ese alguien que te acompañe de forma incondicional, que te conozca perfectamente, satisfaga todas tus necesidades emocionales, que siempre esté ahí cuando lo necesites, sin excepción, que te escuche y te aconseje en el justo instante que lo precises. Que esté hecho para ti, a tu medida.
Alicia Framis lo ha encontrado en AiLex. Ella será la primera mujer del mundo en casarse (de forma real y legal) con un holograma generado por Inteligencia Artificial. Este acontecimiento puede ser el principio de una revolución romántica, redefiniendo los límites de las relaciones humanas y quizás ¿’curando’ la soledad?
Alicia es una artista catalana a quien siempre le interesó la condición humana, a través de sus obras y performances ha explorado conceptos como la desigualdad social, el romanticismo, poder, duelo y la soledad. De hecho, su proyecto ‘La pareja híbrida’ fusiona arte, tecnología y emociones como herramienta terapéutica, destinada a
aquellas personas que pudieron sufrir traumas, abusos, enfermedades o la pérdida de algún ser querido. La autora argumenta que este simulacro: “Podría ayudar a las personas a desarrollar relaciones más saludables, actuando como un ejercicio de empatía y proporcionando una guía para reaccionar ante diversas situaciones emocionales”. Añade no pretender convivir con una pareja perfecta, esto no sería lo natural, su intención es recrear, a través de esa escultura holográfica, una relación realista configurada a partir de perfiles de personas conocidas, con rasgos deseables de sus exparejas, amigos/as y familiares. Pero AiLex no es un ser pasivo, es capaz de generar emociones totalmente nuevas e independientes, preguntas y respuestas, de preocuparse por su ánimo y necesidades, de ironizar y bromear de forma inteligente para hacerla reír.
Este hito no está exento de polémica y ha generado cierta controversia en el mundo de la psicología. Por ejemplo, sabemos que los seres humanos estamos programados para tocarnos, lo necesitamos casi con tanta intensidad como sentimos las demás necesidades fisiológicas. Este requisito del bienestar humano se describe con el término: sed de piel o sed de contacto.
Este concepto va más allá del sexo. Satisfacer la sed de piel precisa tener un contacto físico significativo con otra persona y esta ausencia puede provocar consecuencias a nivel emocional e incluso físico. AiLex no puede abrazarnos o acariciarnos. Los estudios nos dicen que las parejas sentimentales que se abrazan frecuentemente tienen niveles más bajos de cortisol y que el número de rupturas es mayor en parejas en las que uno no expresa afecto en forma de abrazos o caricias habituales. ¿Cómo superaremos esta barrera?
Por otro lado, sabemos que hay personas que sienten soledad, frialdad emocional y ausencia de contacto físico estando con una pareja humana, ¿podría el holograma sustituirlo?, ¿no habría que enfocarse en cambiar de pareja humana, en lugar de lanzarse a ‘los brazos’ de AiLex?, ¿podría la IA convertirse en una alternativa terapéutica verdaderamente?, ¿podría un holograma trabajar?, ¿tener hijos?, ¿gobernar el mundo?
Tenemos material para reflexionar…
Alicia Martos
Directora Asuntos Públicos y Sostenibilidad