La evolución del modelo energético hacia un sistema descarbonizado y basado en renovables traerá consigo una profunda transformación del modelo económico, del que ya se esbozan algunas tendencias: un impulso de la eficiencia, tanto energética como de procesos, y un mayor protagonismo de las TIC y los centros de datos.
Así se recoge en el Informe de conclusiones de Foro Sella: Industria, datos y energía, publicado esta mañana. El informe analiza los retos y los efectos de la transición ecológica sobre la economía, las tareas pendientes para lograr la plena descarbonización y las necesidades de la industria para afrontar el proceso, ya que, como afirma el presidente de CEOE Aragón, Miguel Marzo, “la industria necesita un sistema energético que le garantice la seguridad de suministro, a un precio competitivo y que sea renovable”. La energía se convierte así en un recurso transversal y “en una cuestión de Estado para España y para los 27 miembros de la UE”, según el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares.
Tal y como señaló Jorge Azcón, presidente del Gobierno de Aragón, “es evidente que nos encontramos ante un nuevo modelo energético ligado a la electricidad. El debate será cuál va a ser la proyección que va a tener sobre el modelo económico”. El informe señala que el acceso a la energía es un vector clave que va a generar cambios en cuestiones como dónde se ubican las empresas, cómo se diseñan o cómo se trabaja en ellas, y, en este proceso, la innovación y la tecnología y, dentro de esta, los centros de datos, tendrán un peso fundamental, porque, como destaca Manuel Giménez, director ejecutivo de la Asociación de Centros de Datos, SpainDC, “la transformación económica y ecológica pasa por los Centros de Datos, de forma que es importante reducir al máximo su consumo energético”.
El documento explica que la transformación del sistema energético traerá consigo una apuesta cada vez mayor por la eficiencia, puesto que la sostenibilidad del sistema impone una reducción de la demanda global, lo cual pasa por la optimización de los procesos productivos y del consumo energético. En palabras de Mike Berners-Lee, profesor de la Universidad de Lancaster y autor del libro There is no planet B, “toda la energía renovable disponible no será suficiente a no ser que contribuya a reducir la demanda de combustibles fósiles, así como la demanda en general”.
Retos pendientes
Para acometer el proceso de transición ecológica, el informe señala la necesidad de un incremento en el consumo de energías renovables, para lo cual identifica una serie de retos pendientes: un marco normativo propicio y la transformación del sistema de generación eléctrica centralizado en un modelo distribuido, lo que hace necesario un refuerzo de las redes.
El informe apunta que este cambio de modelo requiere transformar la actual red radial en una red mallada y destaca que un modelo integrado de energía verde y competitivo para todos los sectores requiere una ampliación de las redes eléctricas. Tal como destaca Fernando Samper García, director de desarrollo eólico y solar de Forestalia, es necesaria una “inversión sin limitaciones para que la energía renovable se convierta en gestionable y permita trasladar la energía de unos territorios a otros, así como conectar oferta y demanda en el medio rural, donde la disponibilidad eléctrica resulta más compleja”.
En este nuevo modelo energético distribuido, el informe advierte que no todos los territorios van a ser iguales, por lo que es muy probable que la industria se desplace hacia aquellos que son generadores de energía por una cuestión de eficiencia. En este escenario, el informe identifica Aragón como una localización clave para la transición energética, ya que, por su riqueza en sol y viento, puede ofrecer continuidad en el suministro de energías renovables.
Además, el informe señala su capacidad excelente de interconexión, que le permite establecerse como puente energético con Euskadi, Catalunya o la Comunidad Valenciana.
El informe incluye, además experiencias de buenas prácticas en Aragón por parte de compañías como Saica, BSH, Stellantis y Amazon Web Services, compañía que, según su responsable de Infraestructuras, Energía y Políticas de Sostenibilidad, David Blázquez, aborda la transición ecológica por dos vías: la eficiencia y la transición hacia fuentes de energía limpias, de las que son el mayor comprador a nivel corporativo en España, Europa y el mundo.