En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en un criterio clave para inversores y empresas, las calificaciones ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) han adquirido una relevancia sin precedentes.
Sin embargo, un reciente informe de la OCDE titulado Behind ESG Ratings señala diversos desafíos en estos sistemas de evaluación, planteando la cuestión de si realmente reflejan la responsabilidad corporativa y la sostenibilidad empresarial.
Desafíos en la medición ESG
El estudio, que analiza más de 2,000 métricas utilizadas por ocho proveedores líderes de calificaciones ESG, revela una falta de estandarización y comparabilidad entre los diferentes sistemas de evaluación. Entre los principales hallazgos se destacan:
- Desbalance en la cobertura de temas: Aspectos como la gobernanza corporativa y la gestión ambiental cuentan con una gran cantidad de indicadores, mientras que cuestiones como biodiversidad, derechos humanos y corrupción reciben menos atención o incluso no son consideradas en algunas evaluaciones.
- Divergencias metodológicas: Un mismo aspecto puede ser evaluado con hasta 28 veces más indicadores en un sistema de calificaciones en comparación con otro, generando diferencias en la interpretación del desempeño ESG.
- Predominio de datos cualitativos y declarativos: Más del 60% de las métricas analizadas se basan en políticas y compromisos autodeclarados por las empresas, en lugar de en datos cuantificables sobre impacto real, lo que dificulta la medición objetiva del desempeño sostenible.
Ejemplos de impacto en decisiones de inversión
La falta de estandarización en las calificaciones ESG ha influido en decisiones de inversión de diversas maneras:
- Caso Tesla: Mientras algunos proveedores han otorgado puntuaciones altas a Tesla por su impacto ambiental en la transición a energías limpias, otros la han penalizado por prácticas laborales y problemas de gobernanza, generando incertidumbre entre inversionistas.
- Industria del Petróleo y Gas: Algunas compañías petroleras han recibido calificaciones ESG más altas que empresas de energía renovable debido a la consideración de factores como diversidad en la junta directiva o cumplimiento normativo, en lugar de su impacto ambiental directo.
- Fondos de Inversión Sostenible: Varios fondos etiquetados como “verdes” han incluido empresas con historiales de contaminación o violaciones laborales debido a las diferencias en los criterios ESG, lo que ha llevado a mayor escrutinio y regulaciones más estrictas.
Implicaciones para empresas e inversionistas
Para las empresas, estas diferencias pueden representar un reto para comunicar de manera efectiva sus esfuerzos en sostenibilidad y atraer inversión responsable. Para los inversionistas, la falta de criterios homogéneos implica el riesgo de tomar decisiones basadas en información inconsistente.
La OCDE recomienda avanzar en la estandarización de los datos ESG y mejorar la transparencia en las metodologías de evaluación. Asimismo, enfatiza la importancia de que las métricas reflejen no solo intenciones y compromisos, sino también resultados concretos en sostenibilidad.
El futuro de las calificaciones ESG
El debate sobre la confiabilidad de las calificaciones ESG continúa. A medida que los reguladores y organismos internacionales trabajan en marcos más sólidos, es crucial que las empresas e inversionistas adopten un enfoque crítico y complementen estas calificaciones con análisis adicionales. Esto permitirá garantizar que la sostenibilidad sea un pilar fundamental en la estrategia empresarial global.