Según la Organización Mundial de la Salud, el 15% de los adultos en edad laboral padecen algún trastorno mental y, cada día, se pierden doce mil millones de días de trabajo debido a depresión y ansiedad1. Así, la mala salud mental es un tema que no puede pasarse por alto dentro de las organizaciones. En este sentido, los expertos de International SOS, líder mundial en la protección y cuidado del capital humano en entornos internacionales, subrayan la importancia de que las organizaciones reconozcan el impacto que esto puede tener en sus empleados y tomen medidas para proteger y promover la salud mental de su plantilla.
«Tras las vacaciones de Navidad, es normal que muchos se sientan un poco decaídos en esta época del año y tengan dificultades para adaptarse a la vuelta al trabajo. Algunos pueden haber sufrido presiones familiares y económicas durante el periodo festivo, ya que los hogares tienen que hacer frente al aumento de las facturas de la luz, las hipotecas y la inflación», explica el Dr. Rodrigo Rodríguez-Fernández, Asesor Global de Salud, Bienestar y Salud Mental de International SOS.
El trabajo puede ser un elemento protector de la salud mental, pero también puede contribuir a empeorarla. Sin un apoyo eficaz por parte de las empresas, los problemas de salud mental pueden afectar a la capacidad de los empleados para trabajar de forma productiva y aumentar el absentismo laboral. De esta forma, una cultura laboral que se centre en la prevención de las enfermedades mentales y fomente el autocuidado tiene un valor incalculable para los empleados.
Santiago Álvarez de Toledo, Country Manager de International SOS para España y Portugal, comenta: «Las organizaciones reconocen ahora la creciente necesidad de centrarse en la salud mental. La creación de condiciones de trabajo en las que cada empleado pueda mejorar sus habilidades para mejorar su bienestar mental y la puesta en marcha de iniciativas para prevenir las enfermedades mentales son fundamentales. Sin embargo, los empresarios deben saber que los empleados a menudo se sienten reacios a hablar de sus problemas de salud mental con sus compañeros y jefes. Para contrarrestar esta situación, es importante que las empresas ofrezcan una serie de soluciones personalizadas que respondan a las distintas necesidades y expectativas de cada empleado. El apoyo a la salud mental y el bienestar, como el asesoramiento individual a corto plazo, la celebración de jornadas de bienestar en el trabajo, las líneas telefónicas de bienestar 24 horas al día, 7 días a la semana y la formación para concienciar sobre el estrés, resultan muy valiosos para los empleados2».
Para ayudar a las organizaciones a apoyar la salud mental de sus empleados, durante lo que puede ser una época difícil para algunos, International SOS comparte a continuación algunos consejos de sus expertos:
- Crear una cultura emocionalmente abierta y que fomente la comunicación abierta: las empresas deben crear un espacio seguro para que los empleados hablen de su salud mental y su bienestar, animándolos a hablar si se sienten abrumados o con dificultades.
- Promover el autocuidado: proporcionar recursos sobre prácticas de autocuidado como el ejercicio, la alimentación sana y las técnicas de gestión del estrés. Permitir y animar a los empleados a hacer pausas regulares dentro de la jornada laboral para tomar aire fresco y estirarse.
- Proporcionar flexibilidad: en términos de horarios de trabajo y ubicación para ayudar a los empleados a equilibrar su vida laboral y personal en función de las necesidades individuales.
- Asegurarse de que los empleados sepan que no están solos: animarlos a hacer uso de cualquier recurso y apoyo de salud mental disponible, como asesoramiento o programas de asistencia para empleados.
- Formar a los jefes de equipo en bienestar o en primeros auxilios en salud mental: para que sepan reconocer los signos de problemas de salud mental y cómo ayudar a los empleados que puedan tener dificultades.