Cuando hablar de sostenibilidad todavía era una rareza, L’Oréal creó el primer laboratorio de impacto, donde se empezó a trabajar en herramientas de evaluación de la huella que dejaba cada producto. Era el año 1995 y esa iniciativa dejaba claro que la ciencia, base de la compañía desde que fue fundada en 1909 por Eugene Schueller -un químico-, siempre iba a guiar los pasos del grupo en materia de sostenibilidad. Para Delia García, directora de Sostenibilidad y RSC de L’Oréal España, esas “acciones pioneras” abrieron las puertas a todo lo que llegó después y que, entre otras cosas, han situado a la organización entre las más reconocidas a nivel mundial por su compromiso con la sostenibilidad (acaba de ser reconocida por 15º vez como una de las más éticas del mundo, según Ethisphere). Con 36 marcas bajo su paraguas, (segmentadas en las divisiones de lujo, consumo, profesional y dermatological beauty), 2.5000 empleados en España y más de 90.000 en todo el mundo, el grupo pretende, como sostiene la directiva, “avanzar a velocidad de crucero para seguir siendo sostenible”.

PREGUNTA. Desde 2020, el programa L’Oréal for the future se ha convertido en la hoja de ruta de la compañía en materia de sostenibilidad, ¿cómo llegaron a él?

RESPUESTA. En 2013 se dio un gran paso al poner en marcha Sharing Beauty with All, el primer programa con objetivos y estrategia concreta de sostenibilidad. Además, se empezó a evaluar el impacto ambiental del ciclo de vida de los productos con la herramienta SPOT (sustainable producto optimization tool). Pero desde entonces han cambiado muchísimas cosas… Por eso, en 2020, surge L’Oréal for the future, con una vocación mucho más ambiciosa que pretendía ir más allá de lo que nos exigía en ese momento la legislación. La base fue, una vez más, la ciencia: la teoría de los límites planetarios, del Centro de Resiliencia de Estocolmo nos hizo ver que teníamos que modificar la forma de hacer negocios.

¿Qué acciones han puesto en marcha para ir cambiando esa forma de hacer las cosas?

En esta esfera, la que afecta a nuestro negocio como tal, entran muchos objetivos que tienen que ver con el clima, el agua, los recursos o la biodiversidad. Como hacer que las 40 fábricas que tenemos en el mundo sean 100% renovables o trabajar en la descarbonización de la compañía en scope 1,2 y 3. Otro reto importante es que, antes de 2025, todos nuestros envases sean circulares, es decir, rellenables, reutilizables, reciclables o compostables. Aquí también se engloba lo que tiene que ver con trazabilidad, huella digital…

Además de estas iniciativas internas, ¿cómo trabajáis por involucrar a todo el sistema de negocio?

Buscamos empoderar a nuestros stakeholders con todo tipo de acciones que les involucren de forma directa. Por ejemplo, de cara a los proveedores queremos ser más inclusivos y por ello contamos con el programa Inclusive Sourcing, gracias al que hemos dado 400 puestos de trabajo durante 2023 a colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión. También es destacable el trabajo con nuestros clientes, como en el caso de los salones de peluquería. Con ellos hemos desarrollado el programa Peluqueros por el futuro, repleto de iniciativas súper interesantes como la instalación de un dispositivo en los cabezales de los lavacabezas que permite ahorrar un 70% de agua.

¿Y el consumidor final? Todo indica que apuesta por marcas de belleza responsables, sostenibles…

Los últimos estudios nos dicen que el consumidor tiende más hacia el castigo que el premio. Es decir, da por hecho que las marcas hacen su trabajo y cuando no lo perciben, dejan de comprarla. Pero el premiar no es tan evidente… Cuesta involucrarlo y en ello estamos trabajando, por ejemplo, con el sistema de refill de los envases. Que entienda que esto supone un 80% menos de materiales, además de la reducción de huella de carbono y agua asociada. Tenemos que seguir enamorando al consumidor con la sostenibilidad.

L’Oréal for the future tiene una última esfera muy interesante, háblame de ella

Supone ir más allá en el cambio. Trabajar por ser palancas de transformación en aquellas cuestiones que por ser sector de la belleza tenemos que reforzar. Se trata de financiar o cofinanciar proyectos relacionados con la formación y el empleo de mujeres en vulnerabilidad; o el impulso de la innovación a través del proyecto Patio, una aceleradora de start ups de base científica y sostenibilidad de la que somos cofundadores.

¿Cómo se logra que la compañía se involucre en tantos y tan diferentes aspectos relacionados con la sostenibilidad?

Porque para nosotros la sostenibilidad es transformación del negocio. Hemos hecho un ejercicio para entender cómo tenemos que hacer frente al futuro de manera resiliente, empoderando a todo nuestro ecosistema y trabajando por y para la belleza de hoy, de mañana y de siempre. Para ello es fundamental situar la sostenibilidad al más alto nivel de decisión, desde el nivel ejecutivo, y alcanzar a todos los empleados. Por ejemplo, toda la compañía tiene objetivos asociados al bonus.

¿Cuáles son los mecanismos de alianzas estratégicas para dinamizar y fortalecer la sostenibilidad dentro del grupo? ¿Qué papel juegan?

Sin ellas no seríamos capaces de seguir avanzando. Trabajamos con Step by water, con AECOP, con nuestra asociación Stanpa; somos socios protectores de Foretica; y dentro del marco de Peluqueros por el futuro, colaboramos con Clic Recicle para el reciclaje de pelo. Antes se perdían más de 40 kilos de cabello anuales por salón y ahora se convierten en mantillo para la agricultura o en material absorbente para limpiar las aguas de los puertos. Otra muestra es Ecobeauty Score, un consorcio del sector para estandarizar el etiquetado de los productos.

A mucha gente le sorprende que el sector de la belleza sea tan activo en temas de sostenibilidad, ¿en qué punto dirías que se encuentra actualmente este mercado?
Depende mucho de las áreas… En desarrollo de producto, quizá por la relación entre cosmética/belleza y ciencia, estamos muy avanzados. El sector ha entendido muy bien que depende de la naturaleza, los recursos y las materias primas. Pero en otros ámbitos hay que seguir trabajando. Es importante ver que no solo podemos minimizar el impacto de nuestras actividades, sino que también podemos generar impacto positivo, y maximizarlo, a través de nuestras actividades. La puesta en marcha de la alianza The Value of Beauty quiere transmitir el valor del sector de la belleza en términos de impacto social, PIB, innovación en desarrollo de nuevos materiales…

Por último, Delia, ¿cuál será el siguiente paso de L’Oréal España en el corto plazo?

Afortunadamente, hay tantos… Estamos trabajando con la Fundación Altius en un proyecto de belleza con impacto social positivo. Y el campus de emprendimiento Patio abrirá sus puertas pronto. También estaremos muy centrados en involucrar al consumidor para que conozca el impacto de sus decisiones de compra y acompañarle en un consumo consciente.

 

Entrevista realizada por: Cristina Martín Frutos

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